Los supervivientes de una pelea a bordo de una patera llegaron hambrientos, helados y diezmados al puerto de Almería a principios del pasado mes de diciembre.

De aquel puerto marroquí de Nador habían salido, días atrás, más de  cincuenta personas. Cuando un buque les avistó a la deriva y sin gasolina, sólo quedaban 29 a bordo. Entre los más de 20 desaparecidos, muchos menores y 8 bebés. Varias mujeres embarazadas hospitalizadas.

Los relatos de los supervivientes han sacado ahora a flote una historia aún más sórdida que la propia travesía. La policía ya ha detenido a dos cameruneses por el presunto homicidio de entre 7 y 10 personas.

“El empeoramiento de las condiciones meteorológicas, por la noche, con alto oleaje, incitó a rezar a un pastor nigeriano, lo que fue percibido por los detenidos como la causa del mal tiempo, comenzado por ese motivo la disputa” , así lo relatan algunos de los supervivientes.

De aquel rezo fatal, más que providencial, sólo una persona se atrevió a hablar, hasta que la policía empezó a preguntar, a investigar. “Les desvalijaron y con unas tablas rígidas del fondo de la embarcación les arrojaron a la mar, al pastor y a otros más. Los testigos aseguran que les robaron unos 1.500 euros y es exactamente el dinero que uno de los inculpados llevaba consigo.” 

Los que no murieron arrojados al mar, lo hicieron por las duras condiciones de este viaje que siempre tiene algo de  suicida. Tras varios días de búsqueda, Salvamento Marítimo se rendía. Sin rastro de los cuerpos. Entre los desaparecidos dos gemelos que viajaban con su madre. Ella se salvó, pero nada pudo hacer por ellos.