El 1 de octubre, el ministro Soria aún se mostraba cauto, "Desconocemos por el momento si realmente hay una relación entre causa y efecto".

Dos días más tarde lo ha reconocido, “parece que hay una correlación, una relación directa entre la inyección de gas que se ha producido en ese almacenamiento subterráneo que está a 22 kms de la costa y los microseísmos que se han producido a lo largo de los últimos 15 días”.

Aún falta conocer el informe del Colegio Nacional de Geólogos, pero para los expertos, la relación también es evidente.  De acuerdo con Luis Suárez, el presidente del Colegio Oficial de Geólogos, “lo normal, es que cuando se produzca inyección de gas en el terreno se produzcan unos microsismos de magnitud inferior a 3 que son percibidos por los sismógrafos pero que no son percibidos por la población y que no producen alarma social ni ningún tipo de daño”

Pero los terremotos que se han registrado esta semana en la zona han llegado a alcanzar los 4,2 en la escala de Richter, algo que para los expertos se sale de lo común.

“Lo que ha sido absolutamente excepcional es que se produjera uno de 4,2, otro de 3,8 otro de 3,6, que ha producido alarma social”, asegura Luis Suárez.

El presidente de la empresa de gas también ha declarado que se esperaban los microseísmos, pero no los terremotos de mayor magnitud.

El Presidente de Escal UGS, Rescaredo del Potro, aseguraba que"nosotros esperábamos, como en tantos cientos de instalaciones, microseísmos. Y resulta que ahora estamos en una magnitud mucho mayor de la esperada.

La empresa está desconcertada por la gravedad de la situación. Pero Equo denuncia que no se evaluaron correctamente los posibles riesgos antes de iniciar la actividad.

Así lo asegura Juan López de Uralde, Portavoz de Equo, "En su estudio de impacto ambiental, según hemos sabido hoy, no se tuvo en consideración, no se estudió el riesgo sísmico".

Y Soria responde que si no se tuvo en cuenta el riesgo sísmico es porque no se consideró que existiera. Según declaraciones del ministro, “no había esa consideración en relación al posible riesgo sísmico”.

Ahora, lo que más concierne es el hecho de poder parar la oleada de terremotos, algo que según los expertos “Lo razonable es no seguir con la inyección, que está paralizada, y esperar a los informes. Lo normal es que en 15 días se vuelva a la situación de antes”.

Por el momento, la inyección de gas sigue paralizada por orden del Ministerio de Industria, mientras  la empresa asegura estar involucrada en la investigación de lo sucedido.