Según cuenta el diario el país, Urdangarin cometió siete errores que provocaron la sentencia para la infanta Cristina. Era el marido perfecto, padre, yerno y duque. Tenía una vida regalada y supervisada por la casa real, pero lo tiró todo por la borda. Hizo oídos sordos a los consejos de Zarzuela y el proceso judicial terminó con la venganza de su exocio y la consiguiente imputación de la infanta Cristina.

El primero de sus errores fue su distanciamiento de Diego Torres. El duque se traslada con su familia a Washington. Lo que parecía ser una operación estratégica se hizo mal. Urdangarin se había distanciado demasiado de su socio. Salió de sus cargos en las sociedades y abandonó su lugar de trabajo

Su descuido mayor fue dejar abandonados todos sus papeles en la sede de Nóos. No se molestó ni en vaciar su correo electrónico. No tomó ni la más elemental precaución. En el verano de 2011, Diego Torres es llamado a declarar. Meses después, el 7 de noviembre, la policía registra la sede de sus empresas y su domicilio particular y Torres es imputado poco después. A Urdangarin le llega la mala noticia en plenas navidades. Se producen los registros y la policía encuentra más de 20.000 correos electrónicos, pero no están todos.

Su siguiente paso fue contratar para su defensa a Mario Pascual Vives. No escucha las recomendaciones ni de Casa Real ni de Telefónica que le recomiendan un cambio de letrado. En abril de 2012, el abogado de Diego Torres, presenta cinco nuevos correos. Paralelamente, se halla un pen drive con correos del Caso Nóos. Matías Bevilacqua manifiesta trabajar para el CNI. Es interrogado. En sus cuentas se hallan ingresos de 7.000 euros del despacho de Mario Pascual Vives.

Urdangarín continuó con la contratación de un hacker informático con el objetivo era recuperar del orden de 10.000 correos más. Pero no se quedó ahí y continuó por no aceptar ninguna responsabilidad. Acusa de todos los pecados a su exsocio. Diego Torres pasa del silencio, de la defensa clásica, al contraataque.

Posteriormente se opuso a que eliminaran la imputación de la mujer de Diego Torres. Comienza una declaración de guerra a Urdangarin. Nadie lo entiende. ni en la fiscalía, ni en el juzgado, ni siquiera en Zarzuela.

Esto provocó la venganza de Diego Torres. Empieza la guerra de correos electrónicos con nuevas remesas. Comienzan a salir nombres que cercan cada vez más la Casa Real con Corinna y García Revenga como principales protagonistas.