Gallego y Rey han creado una de sus viñetas para realizar un homenaje a la libertad de expresión, a la libertad de prensa y a los compañeros fallecidos en París.

Los dos viñetistas han querido plasmar una imagen de resistencia contra la barbarie recurriendo a su herramienta preferida, el lápiz.

La imagen consta de dos dibujos. En el primero se observa un lapicero decapitado que se queda sin punto, mientras que en la segunda aparece una punta en el otro extremo del lápiz, que vuelve a crecer.