"El Ministerio de Sanidad es probablemente el que menos competencias tiene", explica Garea, "pero sus sobresaltos vienen siempre por las crisis sanitarias o alimentarias. Hay que recordar la gripe A con Trinidad Jiménez, las vacas locas con Celia Villalobos. El puesto exige que quien esté al frente del Ministerio, tenga una capacidad para disipar las dudas y transmitir una cierta seguridad".

Garea cree que la crisis tiene que ver con una ministra que, además de sus condiciones políticas, "une el estar debilitada su credibilidad por su vinculación a la trama Gürtel".

El periodista considera que Ana Mato ha quedado desautorizada por sus compañeros de partido y afirma: "El hecho de que Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría la hayan marginado, al menos en público, de las intervenciones respecto a la crisis del ébola, es bastante elocuente".

Opina que en las intervenciones que le restan a Ana Mato, ser irá quedando poco a poco, algo que facilita la labor de su jefe en el Partido Popular. "Mariano Rajoy normalmente estas crisis las resuelve así, no suele destituir a nadie y lo que hace es esperar a que se suiciden y ellos mismos se vayan consumiendo. En este caso la semana que le queda a Ana Mato parece que es bastante de pasión".