Los ministros Soria y Margallo han inspeccionado en persona el proyecto Castor. La actividad de la planta lleva paralizada desde el 26 de septiembre, pero los seísmos no cesan. Los vecinos afectados exigen el cierre definitivo, pero el ministro José Manuel Soria no se moja. "Esa hipótesis no nos la hemos planteado ahora mismo".
Hay que esperar a las conclusiones de los expertos. Pero antes de que el proyecto Castor arrancara, ya hubo informes que ponían en cuestión su actividad. En octubre de 2005, el Observatorio del Ebro advertía en un informe del riesgo sísmico. Aún así, según publica 'El País', el Instituto Geológico dio el visto bueno al proyecto en 2007. En su informe consideraba "muy pequeña" la posibilidad de que la falla de Amposta se reabriera por la presión del gas.
Y dos años más tarde, en 2009, la probabilidad de terremotos es ignorada completamente. El Ministerio de Medio Ambiente ni siquiera contempla el riesgo sísmico en su declaración de impacto ambiental.
La otra polémica es quién pagaría los casi 1.600 millones de euros que cuesta, según la empresa, que la planta deje de funcionar. Entre polémica y polémica, la tierra sigue temblando. Esta semana, los temblores se han sentido en varios pueblos de Teruel. Sólo la pasada noche se registraron 6 seísmos de hasta 2,1 en la escala Richter y cómo estos, ya van 565 en sólo un mes.