Como aseguraba ante el fiscal el notario de Barcelona, Carlos Masía, el asesor fiscal de Iñaki Urdangarín le indicó qué debía decir a la infanta para convencerle de que cediese a la compra del palacete: "Si la infanta te pregunta, di que esto va a la comisión ejecutiva. La caja de pensiones ya lo tiene aprobado".

En un principio Cristina no veía clara la operación de compra-venta de la mansión por valor de 6 millones de euros, porque no entendía cómo se podía adquirir. Pero finalmente firmó la compra y la hipoteca. El notario de Barcelona aseguró ante el fiscal que "se le veía cara de duda pero no preguntó nada, era muy reservada, muy protocolaria".

Los duques de Palma compraron la casa en 2004 y "pagaron la póliza de crédito con cheques, porque había muy poca diferencia entre el importe de la hipoteca y la parte financiada", declaraba Carlos Masía.

El fiscal quería saber si el matrimonio compró la casa de Pedralbes antes de vender su anterior piso por valor de 2,2 millones de euros, y así fue. Se compromotieron a pagar la hipoteca a La Caixa de 5 millones de euros a 30 años. Cada tres meses la pareja pagaba 52.000 euros de amortización. Sin embargo, cuando Iñaki Urdangarin perdió su empleo en Telefónica dejó de pagar dos cuotas, tal y como reconoció ante el Juez Castro.

El palacete de Pedralbes fue construido en 1952 por el arquitecto Villalonga y cuenta con 1300 metros cuadrados de jardín y 700 metros cuadrados sólo de vivienda. Los duques de Palma quieren deshacerse de él y en principio está a la venta. Sin embargo, también está sujeto a un proceso de embargo, ya que esta casa es lo que asegura la fianza civil de 8,2 millones de euros que se le ha impuesto a Iñaki Urdangarin y a su exsocio Diego Torres.