Ana Mato anunció el copago con tiempo para no pillarnos desprevenidos. En enero se aplicaría en toda España pero ni por ésas. Estamos a 10 de enero y aquí nadie lo ha aplicado. Ni los que hace tres meses estaban convencidísimos.

Un ferviente cumplidor de la norma es Javier Fernández-Lasquetty, el consejero de sanidad en la Comunidad de Madrid. En su día afirmo que "aplicaremos el copago porque es de obligado cumplimiento".

Pero ahora, quizás tenga que hablar con su jefe directo. Esto ha dicho Ignacio González: “Lo que no puede ser es que tengamos un coste mayor que ingresos, por eso si no se produce esta situación no podemos aplicar una medida perjudicial para ciudadanos y arcas públicas".

Será cuestión, insinúan algunos, de evitar medidas antipopulares. Pero lo cierto es que no es el único que recula. Cospedal también lo hizo: "Yo no le voy a pedir a ningún ciudadano con enfermedad grave que ayude al pago aunque sea con 4 euros, no lo voy a hacer".

Y en fin, así, suma y sigue. Cuando no es una cuestión de dinero y problemas técnicos como afirma Alberto Fabra: "Es costoso y necesitamos un tiempo para poder aplicar el sistema de copago".

Surge el plan B, aquello de cumplir a medias. Monago dice que sí, que aplicará el sistema de Ana Mato, pero a cargo de la Junta de Extremadura: "Desde luego el efecto que tendría en las cuentas regionales es pequeño para la hacienda regional pero grande para los extremeños".

Tantos son los desmarcados del copago que quizás se vea demasiado a los fieles. En Galicia se calcula que en cinco días estará en marcha el copago. Es uno de los pequeños consuelos de Ana Mato. Ante la repentina grieta en Madrid y el estudio de la medida anunciado en Cantabria, la ministra se agarra a las que no ponen peros: Aragón, la Rioja y Murcia. Pero que todavía no lo han aplicado. A saber si éste, el del repago, es otro cisma de año nuevo abierto en el PP.