Arturo Fernández no ha tenido tiempo ni para pensar. Aunque ha asegurado que "no es una dimisión", sí parece claro que necesita "un periodo de reflexión".  Pero parece no tener claro sobre qué necesita reflexionar pues el pasado miércoles aseguraba que "las reflexiones son sobre la vida misma".

Aunque desde su empresa explican que no concede entrevistas, sí se ha decidido a hablar en un programa de radio, en el que ha vuelto a hablar sobre su necesidad de "reflexionar" pero, por primera vez, confiesa que valora la posibilidad de dimitir. "Nunca se descarta nada en la vida" ha asegurado.

Pero parece que los empresarios del País Vasco lo tienen claro, por eso, le piden que abandone su cargo. El presidente de Confebask, Miguel Ángel Luján ha explicado que "no hay que mezclar las cosas personales con la representatividad del CEOE y, por tanto, le hemos sugerido que dé un paso atrás y que se retire hasta que se clarifique la situación que tienen sus empresas"

El caso es que algunos trabajadores del grupo Arturo le acusan de haber pagado en dinero negro las horas extras y los cargos de responsabilidad, incluidas las concesiones de las que antes presumía.

En un reportaje de Telemadrid emitido en 2011 presume de los cargos que ostenta y de las posesiones que tiene; "tengo 180 establecimientos," entre ellos, "la restauración del Congreso de los Diputados" afirmaba. Además se jactaba de presumir por codearse con personalidades como Ana Botella, Alberto Ruiz Gallardón, Rodrigo Rato o Mariano Rajoy, pero sobretodo destaca a su amiga Esperanza Aguirre, con la que vivió una de las experiencias más importantes de su vida. Se encontraba en la recepción de un hotel esperando la llave cuando "sufrimos un atentado, nos ametrallaron y nos tiramos al suelo".

Arturo es un hombre vanidoso y no tiene reparos en mostrar su Museo de Bebidas Chicote y su búnker con 2.000 armas, incluso una escopeta hecha a mano, valorada en "100.000 euros". Además, confiesa que suele ir a cazar con su amigo el Rey. Declara que es "su armero y que caza con él".

Entre sus aficiones, destaca su colección de coches, que consta de más de 100 ejemplares, entre los que muestra un 'Rolls-Royce' que puede costar "más de 200.000 euros". En este pequeño parque móvil hay sitio para su primer coche, un Jaguar Itai y para el de su padre. Pero, aunque esté rodeado de todos estos lujos, no se reconoce como un hombre rico, aunque ahora esté investigado por la Fiscalía de Madrid.