Nacida en Tafalla, Navarra, Inés era conocida como ‘Nieves’ o ‘Pequeña’ dentro de la banda. Para muchos, ha sido uno de los miembros más sanguinarios de ETA, en la que militó como miembro del Comando Madrid, del que fue responsable de infraestructuras desde 1984 hasta 1986.
Durante esos dos años participó en atentados como el de la calle Juan Bravo o en el de la plaza de República Argentina, en el que falleció la única víctima norteamericana de la banda terrorista.
El de la Plaza de la Republica Dominicana de Madrid, fue el más sangriento de todos. El 14 de septiembre de 1986 un coche bomba explotaba al paso de un autobús de la Guardia Civil. De los 73 agentes que viajaban dentro,12 agentes y decenas de personas resultaron heridas. Inés del Río habría sido quién colocó el coche bomba en el lugar de la explosión.
El 2 de julio de 1987 fue detenida en Zaragoza y entró en prisión, al ser declarada culpable de múltiples delitos. Atentado, asesinato, pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos o falsificación documental, entre otros.
Desde entonces Inés del Río ha pasado por muchas prisiones de España, como por la de Palencia, la de Murcia o la de Texeiro, donde permanece ahora. Del Río, condenada a más de 3000 años de cárcel, debería de haber salido de prisión en 2008. Sin embargo, la ‘doctrina Parot’ impide que sea puesta en libertad.
Ahora, el Tribunal de Estrasburgo le ha dado la razón, al considerar que se han vulnerado sus derechos fundamentales. Además de ordenar su excarcelación inmediata, ha pedido para ella una indemnización de 30.000 euros por los daños morales. Una resolución que, además de controvertida, crea jurisprudencia.