Ramón Espadaler, el conseller de Interior de la Generalitat, comparece en la Comisión del Parlament. Su intención es aclarar la intervención policial en el caso de Juan Andrés Benítez, el empresario que falleció tras ser reducido por los Mossos d'Esquadra en el barrio barcelonés del Raval.

En su discurso, sus primeras palabras sirven para defender la buena fe de los agentes imputados. Espadaler argumenta que las medidas cautelares que Interior adoptó contra los ocho mossos a raíz de su imputación son suficientemente severas.

De momento la titular del Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona, Eva Moltó, ha ordenado que los 8 Mossos imputados comparezcan en el juzgado cada 15 días. El agente acusado de propinar hasta 5 patadas al empresario del Raval ha manifestado que actuó bien, usando una técnica legal que está dentro de su protocolo.

Este agente fue el primero que llegó aquella noche a la calle Aurora, en el Raval, alertado por una pelea en la que Benítez recriminaba a un vecino haberle robado su perro. Según algunos vecinos, que grabaron imágenes con sus móviles, cuando llegaron los Mossos la pelea ya había terminado.

Una versión distinta a la del agente que afirma haberse encontrado con un Benítez fuera de sí, alterado y bajo los efectos de estupefacientes. Sin embargo, el informe toxicológico realizado a Benítez tras su muerte lo desmiente.