Parque natural de Almoraima, Cádiz. Un remanso de paz hasta ahora. El parque es el culpable de que la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente se hayan declarado la guerra. El primero quiere venderlo y, el segundo, está dispuesto a hacer todo lo posible para evitarlo.

"Vamos a buscar las formas, las figuras, que impidan ese elemento de orientación especulativa que parece pretender darle el Ministerio, que parece querer darle el ministro de Agricultura y Medio Ambiente", asegura el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas.

En la Junta ya se han puesto manos a la obra, y han empezado a tramitar la conversión total del terreno en espacio natural protegido llevándolo al Consejo de Gobierno.

Esto supondría que La Almoraima resulte un lugar menos atractivo para los posibles inversores, que sólo podrían desarrollar actividades agricolas, forestales o cinegéticas. Sin embargo, eso no va a impedir que el Ministerio de Agricultura continúe con sus planes de venderlo. Ya lo ha anunciado y mantiene el precio de salida que puso en un primer momento: 300 millones de euros.

Para los ecologistas, el parque de La Almoraima es uno de los parques naturales más importantes de Europa. El daño que podría traer convertirlo en una zona destinada al turismo de lujo tendría unas consecuencias terribles. La batalla entre el Ministerio y la Junta promete ser larga.