Más de 400 mil toneladas de lindano se encuentran bajo las lonas del vertedero de Bailín, en Sabiñánigo, municipio de la provincia de Huesca.

Esta sustancia blanca, que se utilizó como pesticida y que puede causar problemas hepáticos, renales o ginecológicos, así como trastornos del sistema nervioso, fue a parar al cauce del río Gállego después de ser llevada desde un vertedero donde se depositó ilegalmente hace casi 30 años.

Mariano Polanco, integrante de Ecologistas en Acción ha afirmado que “hubo tormentas continuas, el sistema colapsó y hubo derrames de agua contaminada”, lo que demuestra, según los ecologistas, que no se cumplieron los protocolos de seguridad.

Pilar Molinero, Directora General de Calidad Ambiental del Gobierno de Aragon, ha explicado: "flujos que hasta ahora eran secundarios y pocos significativos, que iban hacia el barranco de bailén, después de realizar la obra se han vuelto significativos".

Para los técnicos, el problema no son sólo los residuos sólidos almacenados en los vertederos de Sardás y Bailén, sino los contaminantes líquidos encontrados bajo los acuíferos, que serán los próximos que tendrán que retirar.

Este último vertido ha tenido un mes a media docena de localidades sin poder beber agua. En Villanueva de Gállego, una localidad a más de 100 kilómetros, se ha registrado cuatro veces más lindano que el límite máximo permitido. Su alcalde, Jesús Gayán, ha reconocido que "nos teníamos que haber enterado antes".

En las instalaciones abandonadas de la antigua fábrica de lindano de Inquinosa, en Sabiñánigo y a escasos metros del río Gállego, aún cuesta respirar. En esta fábrica se elaboraban pesticidas utilizando lindano hasta 1989 y aún, hoy en día, se pueden encontrar sacos llenos de este material tóxico.

Esta sustancia, prohibida en España desde 1994, puede provocar, en pequeñas dosis, problemas hepáticos, renales o trastornos del sistema nervioso. La Unión Europea ha establecido que el máximo de concentración del lindano en el agua es de 0,1 miligramos por litro y, en alguna localidades, se han registrado hasta 0,39 miligramos.

Mariano Polanco ha afirmado que "con apenas un litro de lindano se puede llegar a contaminar mil millones de litros”. La localidad de Sabiñánigo lleva conviviendo tres décadas con las miles de toneladas de sustancias tóxicas bajo sus pies.

El Tribunal Supremo condenó hace diez años al antiguo dueño de Inguinosa, cerrada en 1989, a pagar seis millones de euros por los daños causados con los vertidos tóxicos.