Imaginen un viaje en tren rápido y en la paz del silencio. Hay pasajeros más permisivos con el ruido o acostumbrados a cosas peores. "Acostumbrado a los trenes de carbón y humo y hollín que se te metía en el ojo esto es un lujo. Es lo bueno de los viejos" dice un viajero.

Sea cual sea el umbral de tolerancia del pasajero, a partir de este verano se podrá elegir viajar en un vagón normal del AVE o en uno silencioso. ¿Y en qué consiste un vagón silencioso?. En primer lugar, no se podrá hablar por el móvil, la iluminación será menos intensa y tampoco habrá megafonía.

Pero hay pequeños detalles que no se han previsto en los vagones del silencio, por ejemplo, cómo harán para controlar nuestro particular volumen de voz, tampoco si los vagones silenciosos serán compatibles con los niños.

Tampoco se sabe qué instrucciones habrá que seguir a la hora de sacar el equipaje o comerse un bocadillo y, sobre todo, cuál será el procedimiento para neutralizar el ruido de algo tan espontáneo como un ronquido.