Hace semanas que Madrid se ha convertido en el destino favorito de turistas jóvenes franceses que llegan en busca de bares abiertos y de restricciones más laxas que las que se aplican en su lugar de origen.
Más Vale Tarde ha podido saber de primera mano cuáles son los motivos que les mueven a venir a la capital. Una chica comenta que "aquí hay vida", porque todo está abierto e incluso con el toque de queda, que se aplica a las 23:00 horas, "se pueden hacer muchas cosas".
Cuando llegan a Madrid "con ganas de salir", cuentan, les impresiona que los bares estén abiertos, porque en la capital francesa "todo es deprimente". En Francia permanece cerrado no solo el sector de la hostelería, también el de la cultura (cines y teatros) y los centros comerciales. Además allí el toque de queda se impone desde las 18:00 horas.
Desde la Comunidad de Madrid, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se ha pronunciado sobre la llegada de este tipo de turistas, advirtiendo que sería necesario que estos viajeros contasen con una prueba de coronavirus negativa. "Siempre hemos sido firmes defensores del control dentro de nuestras fronteras, que es el aeropuerto de Madrid-Barajas. Sería bueno que tuviesen pruebas preventivas, como PCR o test de antígenos negativo para poder viajar", ha señalado, una medida que ya está establecida desde el 11 de noviembre.
Y en el ámbito del Ayuntamiento de Madrid, ha sido la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, la que ha celebrado la llegada de estos visitantes alegando que "Madrid se ha convertido en un paraíso cultural".