Luis Bárcenas es un hombre de aficiones caras. Amante del montañismo, del esquí y de practicarlo en los lugares más recónditos del mundo. Según cuenta Ernesto Ekaizer en su libro, fue ese afán por la aventura lo que puso a la justicia tras la pista de sus millones. El 3 de febrero de 2010 solicitió a su banco en Suiza una tarjeta de crédito. Quería viajar con su familia a Alaska.

José Luis Peñas, exconcenjal del PP en Majadahonda explica que "como él piensa que sacando dinero es como puede llamar la atención, decide pedir una tarjeta. Pero esta tarjeta tiene un límite excesivo de 25.000 euros que hacen saltar las alarmas". 

El alto límite de la tarjeta, 25.000 euros, puso en guardia a las autoridades helvéticas que se la denegaron al estar ya imputado en la Gürtel. Tras años escondiendo su dinero, ese único fallo delató al extesorero y sus cuentas en Suiza.

"Bárcenas no iba a esquiar a un sitio 'normalito' como la Pinilla"

La afición le viene de años atrás. Cuando viajaba hasta el Everest para intentar escalar la montaña más alta del mundo. El propio Bárcenas se definía como "un emprendedor que ha emprendido en todos los lugares donde ha visto una oportunidad" en una entrevista televisiva.

Con los años descubrió el heliesqui, una modalidad en la que un helicóptero sube al esquiador a la cima de una montaña para descender por nieve virgen.

Peñas añade que "Bárcenas no iba a esquiar a un sitio 'normalito' como la Pinilla, iba fuera de pista, donde se tiene que alquilar un helicóptero, a Alaska, centroasia, sitios que ni nos imaginamos que existen ni nos imaginamos lo que cuesta ir allí".  Y así fue como el extesorero celebró su nueva imputación en marzo de 2012.

Bárcenas y su hijo viajaron a Armenia con una empresa especializada en heliesquí. Un exclusivo viaje en el que recorrieron 900 kilómetros para descender por impresionantes montañas. En el album de fotos se ve al extesorero, con traje y caso verde, en el helicóptero, preparándose para el descenso, posando en las montañas armenias e incluso en una iglesia de la zona haciendo turismo.

Bárcenas también aprovecha las pistas españolas. Dueño de una casa en Baqueira Beret, allí ha estado varias veces después de que estallara el escándalo de los papeles. Pero sin duda uno de los viajes con más repercusión mediática le llevó a Vancouver. Fue el 14 de febrero de 2013. Su entorno afirma que fue a esquiar aunque hubo quien dijo que su viaje era de negocios. En Canadá se encuentran algunas de las mejores pistas de esquí del mundo. La empresa con la que viajó a Armenia también organiza viajes de heliesqui allí.

Pero su vuelta a España no le sentó bien y su encuentro con la prensa y los ciudadanos que le increparon en el aeropuerto acabó con su ya famosa peineta. Ahora no puede salir de España y en manos del juez está un pasaporte lleno de sellos que por ahora, no podrá volver a usar.