El grupo de cerámica ‘La Oliva’ de Toledo entró en concurso de acreedores el pasado mes de junio, además de un ERE que afecta a más de 40 trabajadores, les debe las nóminas de agosto, septiembre, octubre y la extra de verano.
"La Oliva no nos paga", es lo que gritan en señal de protesta los trabajadores acampados a las puertas de la fábrica que reclaman sus sueldos y a la vez sus cartas de despido, para poder cobrar el sueldo.
Vicente Piñas, uno trabajador afectado, explica que "entendemos que el sector de la construcción está mal, la empresa es menos viable que antes, pero todos los días salen camiones, lo estamos viendo".
Los acampados pasan el día como pueden y comen gracias a algunas donaciones. Así lo afirma Agustín Pascual, uno de los acampados: "Estamos haciendo patatas con costillas porque la gente que viene nos da esto, sino no llegamos".
Muchos de ellos llevan toda una vida trabajando para la empresa, como Juan Bautista, "llevo 37 años en la empresa, me he hecho viejo aquí". Los trabajadores de esta fábrica de cerámica están desesperados, las familias subsisten gracias de la ayuda de sus allegados.
María Jesús Ramos, familiar de uno de los afectados asegura que se están alimentando a base de bocadillos y no pueden encender la calefacción, sino que tienen un brasero en el salón para calentarse.
El ERE afecta a unos 40 trabajadores. Ellos solo esperan que les paguen lo que les deben o que les den las cartas de despido para poder cobrar el paro.