Es un político con la autoestima por las nubes. Capaz de poner en pie un auditorio o arrodillarse ante su público para arrancar un aplauso. Y si algo no le gusta, lo dice sin tapujos. Es conocido como el ‘showman’ en los mítines del PP valenciano. Alfonso Rus es capaz de repartir a partes iguales amor y amenazas entre sus militantes.

Aunque también les ha invitado a celebrar las victorias electorales con champán y mujeres. En casi 20 años de alcalde de Xàtiva ha prometido de todo a sus vecinos con tal de ganar un voto. Y en más de siete años al frente de la Diputación de Valencia a Alfonso Rus se ha enfrentado a profesores.

O sugerir una polémica solución a un grupo de discapacitados que le pedían un ascensor para mejorar sus accesos. Incluso ha versionado canciones para sus rivales políticos. Porque Alfonso Rus es un político que no suele perder nunca la sonrisa. Aunque para saltos de alegría los que dio cuando le tocaron más de 600.000 euros en la lotería.

Y si no le gusta el mensaje de recuperación económica que manda el gobierno de su partido, no tiene pelos en la lengua para criticarlo. Porque en un mensaje controvertido llegó a lamentar que los españoles tuvieran que recurrir a los comedores sociales. Alfonso Rus ha llevado el populismo político al extremo y se ha encomendado a quien hiciera falta. Porque si algo no se le puede reprochar es que casi siempre da la cara.