El padre entró con una pistola en el Congreso y gritó: ¡Al suelo todo el mundo!. Después de 33 años, el hijo cogió una cuchara en un cuartel y como mucho gritó lo de "a la mesa todo el mundo"

El pasado 18 de febrero, el teniente coronel Antonio Tejero Díaz, es decir, Tejero hijo, utilizó el cuartel de Valdemoro, donde él era jefe del Grupo de Reserva y Seguridad número 1 de la Guardia Civil, para preparar una paella.

Hasta ahí, podría haber quedado en nada si no fuera por algunos "factores". El primero, que la comilona no había sido autorizada. El segundo, los "comensales". Además de Tejero hijo estaban tejero padre, condenado a 30 años de cárcel por el asalto al Congreso de los Diputados, y una docena no de discípulos, sino de implicados en el intento de golpe de Estado. Entre ellos, el excapitán Jesús Muñecas Aguilar, condenado a cinco años de prisión por participar como ven en el 23F y acusado de torturas por la juez argentina que investiga los crímenes del franquismo.

Cinco días antes y con semejantes ilustres, todo parece indicar que estaban celebrando el aniversario de los 33 años desde el golpe de Estado. Llama la atención la paella porque, si es para 12 ó 13, son 12 ó 13 con mucho hambre. Pero también llama la atención el agente de la izquierda. Y es que, según 'El País', en la preparación del homenaje culinario participaron agentes de servicio.

¿Cómo es posible que tardaran un mes en enterarse de la celebración? Al parecer, el coronel Tejero dio la orden de que no se registraran los datos de sus invitados. Imaginamos que una paella tan grande ya estaría en las cocinas del cuartel porque como escudo, no habría colado. O sí, porque el coronel jefe de Agrupación de Reserva y Seguridad, del que dependía Tejero hijo, ha dicho que no tenía ni idea de nada de nada.

En definitiva, que al final, como se comentaba en el Congreso, la paella se le habrá indigestado a más de uno un mes después, especialmente a Tejero hijo, cesado por el ministro del Interior por pérdida de confianza. Una situación estrambótica que deja otra idea: si  Jordi Évole analizar el 23F del padre en el falso documental de la 'Operación Palace', al hijo, ahora, se le recordará por algo más, su particular 'Operación Paella'.