Las primeras lanzas desde las gradas al ministro Montoro las tiraba Joan Coscubiela, de ICV, que reprochaba al ministro que “si hubiera un record de cinismo, lo hubiera batido”. Desde CiU, Pere Macias también le ha atacado diciendo que “ha hecho un ejercicio de teatralidad un poco exagerado”.

Ante una comparecencia que no ha gustado a ningún miembro de la oposición, alguno le ha llamado incluso “hincha del PP”. Pero Montoro se lo ha tomado con naturalidad, asegurando que es “como la vida misma” que no estén de acuerdo con él.

Le han hecho mil preguntas, ¿Porque no explica el origen del dinero?, ¿Por qué no se revisan los expedientes? Montoro se defendía diciendo que ha aportado datos y ha llegado “hasta donde la ley le permite”.

Le piden menos palabras y más acción, Esquerra ha animado a denunciar “cuando pase algo” y ha llamado a dejar atrás “la vieja política de protegerse unos a otros”. El ministro vuelve a defenderse diciendo que se está actuando contra los defraudadores y que los tiempos están cambiando. Pero lo más importante para la oposición  es que esto sirva de algo, que se tomen medidas y se  revise la ley de amnistía fiscal.