La primera medida antiescrache consiste en que la policía vigilará a los políticos que soliciten protección y puedan demostrar el acoso. Desde la plataforma niegan este acoso, aunque ya han hecho un decálogo sobre cómo movilizarse sin provocar problemas.

El miércoles, varios miembros de la plataforma se reunieron para crear una lista de pautas "de buen uso". Entre ellas, "no hacerlo cuando estén los niños en casa", "no importunar a los vecinos", "no pegar pegatinas en cualquier sitio" o "no insultar ni amenazar a los políticos a los que se realice el escrache".

El escrache últimamente está aflorando con fuerza y en las últimas semanas han sido varios los políticos a los que se les ha hecho. El diputado del PP Marcial Marín en la Estación de Atocha, el Vicesecretario General de Estudios y Programas del Partido Popular, Esteban González Pons, o el mismísimo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, entre otros.

Dentro de la Plataforma las opiniones respecto al tema son diversas: “La gente tiene que saber que quien vive ahí y quien va a comprar a sus panaderías, es una persona que va a votar en contra de la reforma hipotecaria y que, por tanto, está a favor de todos los desahucios”, dice Maribel Sánchez, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Por su parte, Carlos Pajils, miembro también de la PAH, opina que “el escrache tiene que ser moderado”, y que “no hay que ir a la casa de los diputados”.

Con este decálogo del "buen uso del escrache" pretenden asegurarse de que nunca más les puedan sacar comparaciones como las de Cristina Cifuentes, Rosa Díez o Iñaki Oyarzábal que, en su caso, han resultado odiosas.