Esta noche, Emilia, de 46 años y viuda, su nuera Sandra, su hijo David y sus tres nietos de 5, 4 y 1 año, podrán dormir en su casa. Han recibido la noticia de la paralización de su desahucio con lágrimas de emoción, cantando y bailando. Era la segunda vez que se enfrentaban a la amenaza, en el anterior consiguieron pararlo por un defecto de forma.

Desde hace 13 años viven en un piso de dos habitaciones que les alquila la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS) por 72 euros, la deuda que tienen es con la comunidad, a la que deben 3.000 euros.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), había pedido la suspensión inmediata del desahucio de acuerdo al dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ordenó el pasado 12 de diciembre la paralización del desahucio de una familia de Vallecas que ocupaba una vivienda del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA).

Según la resolución del TEHD, el IVIMA podría estar cometiendo violaciones de derechos humanos al ejecutar desahucios sobre familias vulnerables sin alternativa de alojamiento, incumpliendo lo establecido en los artículos 3 (Prohibición de la tortura) y 8 (Derecho al respeto a la vida privada y familiar) del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Este viernes la EMVS ha paralizado el desahucio sin fecha. Ahora esta familia podrá volver a la normalidad. En Madrid se producen unos 85 desahucios al día, en toda España más de 500 diarios.

De vez en cuando, como en el caso de Emilia y su familia, se suspenden o paralizan. Una esperanza para esas miles de familias que están a punto de perderlo absolutamente todo.