Para que alguien, en este caso un político, vaya a prisión pueden darse dos circunstancias. La primera, que la sentencia sea firme. Es decir, que no quepa recurso ni ante el tribunal superior de justicia, ni ante el supremo, ni ante el constitucional. O la segunda, que acabe en prisión antes incluso de que haya juicio, es decir, de manera preventiva, bien para evitar una eventual fuga o bien, porque la pena que para él se pida sea extraordinariamente grande.

Joaquim Bosch, el portavoz de Jueces para la Democracia, asegura que esto "justifica que el tribunal acuerde la privación de libertad cautelarmente aunque la condena no sea firme”.

Julián Muñoz llegó a Alahaurín de la Torre antes de ser condenado, y eso  que con su sentencia por el caso Malaya, ni siquiera habría pisado la cárcel.El problema es que a él, entre unas cosas y otras, las condenas  se le acumularon, casi sin darse cuenta, y empezó a sumar: caso Saqueo, caso Malaya, caso Minutas...

No es el único político que  tenemos entre rejas. Marisol Yagüe o Isabel García Marcos también han probado el rancho de prisión y como ellas,  Mª Antonia Munar, expresidenta de parlamento Balear que ingresó en prisión el pasado 24 de julio. Ha intentado recurrir  varios de sus condenas y de momento el Tribunal Supremo ya le ha contestado en una ocasión, denegando su Recurso por el Caso Maquillaje.

Como ella, entre rejas, sus compañeros de partido, Bartomeu Vicens y Miquel Nadal. Y del otro lado de las rejas, es decir, fuera, hay varios políticos sospechosos por corrupción. Están los absueltos, como Camps. Están los que nunca llegaron a ser imputados, como Rita Barberá.

Están los pendientes de juicio, como José Luis Baltar, que verá este verano si realmente queda probado que enchufó a 104 políticos en la diputación de Ourense. Y los hay condenados pero libres, como Del nido, sentenciado a  siete años y medio de prisión, por el caso Minutas, y aún espera en su casa  a que se solucione su recurso, a cambio ha pagado una fianza de medio millón de euros.

En su casa también, Jaume Matas. El expresidente del Gobierno balear y exministro de Medio Ambiente eludió ir a la cárcel cuando su condena se redujo de 6 años a nueve meses, aunque aún tiene varias causas pendientes con la justicia.Y luego están aquellos que viven en un "limbo" judicial,  como Rafael Hernando. El exacalde de Torrevieja fue condenado a tres años de cárcel por prevaricación y falsedad documental. Solicitó el indulto, apoyado por 45 de los 50 diputados populares de Les Corts.