Cuatro días. Exactamente es el tiempo que ha tardo el juez Elpido José Silva en salir y rebatir su imputación en el caso Blesa. "Yo expreso y acuso a quien formula autos de transformación faltando a la verdad, mintiendo", sentencia el juez.

Habla de un auto emitido el pasado lunes. El mismo día que se incorporaba al trabajo. "Se declara formalmente imputado al querellado D. Elpidio José Silva Pacheco, de un delito continuado de prevaricación, retardo malicioso en la administración de la justicia y contra la libertad individual".

"Yo expreso y acuso a quien formula autos de transformación faltando a la verdad, mintiendo"

Con él, Silva se convertía entonces en implicado en una causa que él mismo abrió. Algo que, para él, carece de sentido deontológico. "Es la primera vez en la historia judicial europea que hallándose un proceso vivo contra determinado imputado, en este caso Miguel Blesa y otros imputados en esas causas, el juez de instrucción que está llevando a cabo el encausamiento del proceso, es sentado como imputado antes de que termine la instrucción, bajo acusación del ministerio fiscal", explica Silva.

El juez ha insistido en su inocencia, y que juzgando a Blesa hizo simplemente lo que creía que tenía que tenía que hacer. "Los españoles y las españolas tenemos derecho a que se nos cuente que ha pasado con la gestión bancaria, corporativa y posiblemente criminalizada de las cajas de ahorro en este país".

Pero, además de teorizar, el juez y sus abogados presentarán una queja por la actuación de Manuel Moix, fiscal general de Madrid, artífice de la querella que ahora pesa contra él.

Para Moix, la decisión de Silva de meter en la cárcel a Blesa, fue mucho más que una imprudencia. Y es que los problemas para el magistrado comenzaron el día que decidió decretar prisión provisional, y por primera vez, para el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa. Para algunos su decisión le convirtió en héroe, para otros en verdugo.

"No hay nadie más interesado que yo en que esto se esclarezca pero eso sí, lo quiero con un juez imparcial, cosa que yo creo que no he tenido hasta este momento", aseguraba Miguel Blesa, que encontraba como respuesta el símil del juez: "La Justicia no es como un restaurante. A cada uno le toca el juez que le toca y punto".

Elpidio José Silva ha vuelto a hablar para defenderse, afirmando que tiene un as en la manga. “Yo desde este momento podría empezar a contar toda la película desde el principio. Créanme que no es agradable. A nadie le va a gustar saber cómo España pasa de ser un país que va bien, la octava potencia económica del mundo si es que se calculaba bien el PIB, a lo que estamos ahora y a lo que estamos ahora".