Era la primera vez que aceptaba preguntas de los periodistas tras el escándalo Bárcenas. Muchas ganas de oír estas palabras y sus explicaciones, pero la prensa se ha quedado con las ganas. Porque aunque le han preguntado, el presidente no ha aportado nada nuevo. Primera pregunta: ¿cree que mantiene la autoridad moral para pedir a los ciudadanos españoles más sacrificios en los ajustes? ¿cree usted que es un lastre para España?.

Rajoy duda, pero al final arranca para mantener el discurso del sábado. "Las cosas que se me imputan son falsas. Así lo he dicho y así lo reitero en el día de hoy. Por lo cual me encuentro, como también dije el pasado sábado, con las mismas ganas y la misma ilusión que tenía cuando llegue a la presidencia del Gobierno".

Segunda pregunta, toca a los alemanes y sorpresa: ellos también preguntan, esta vez a Merkel, por la corrupción en España. Pero la canciller capea el temporal. "Yo estoy convencida de que el Gobierno español y Mariano Rajoy, como su presidente, sabrá resolver esta tarea. Alemania lo apoyará con todas su fuerzas", ha señalado la canciller alemana.

Vuelve a el turno a los españoles y como era de esperar, el extesorero es el protagonista. ¿Cree que su extesorero está detrás de ese ataque? ¿Se va a querellar usted contra él? Buen intento, pero el presidente se mantiene firme y vuelve a su sí pero no habituales. "Todo lo que se ha publicado no es cierto... salvo alguna cosa que han publicado los medios de comunicación".

Una técnica que copia Merkel. La canciller sabe que no es su problema y se niega a entrar en el tema. Ha habido una pregunta más, de los alemanes que esta vez sí, han dejado a un lado la corrupción.

Diez minutos a disposición de la prensa, cuatro preguntas, tres sobre Bárcenas y la corrupción del PP y ninguna novedad sobre la posición del presidente.