Salen del colegio y los niños del Colegio de Tomás Rojomoro, en Fuensalida, se ponen en fila india y empieza la marcha hacia casa. Antes ellos también podían ir en autobús, pero desde hace dos años no tienen transporte escolar.

Tardan casi dos horas en llegar a sus casas, eso sí, con paradas para refrescarse y descansar. Les ponen chalecos para ir por carretera porque no tienen arcenes y es peligroso. Caminatas que se pegan en verano y en invierno.

El año pasado ya salieron en este mismo informativo y consiguieron un autobús con la ayuda del Ayuntamiento, "y nos advirtieron de que este año no iba a haber ruta de ninguna de las maneras", afirma una de las madres de los niños.

El alcalde asegura que no forma parte de su competencia. Desde la Junta de Castilla La Mancha, dicen que en estos casos, el Ayuntamiento es el que tiene que hacerse cargo.
Mientras tanto, las madres de estos niños ya no saben qué tienen que hacer. "No nos dan ninguna explicación. No nos dicen ni qué es lo que necesitan para que nos pudieran dar la ruta", dicen.

Los vecinos del pueblo no dan crédito a la situación. Y mientras se aclara quién se tiene que hacer cargo del autobús, a estos niños no les queda otra que seguir caminando.