El ricino es un arbusto que crece en climas cálidos por todo el planeta. Sus semillas puede ser medicinales o letales, según cómo se utilicen. La patente del veneno fue solicitada en 1952 y aprobada en 1962. Explica cómo obtener ricina tóxica, un poderoso veneno para el que no existe antídoto.

Si se inhala, poco a poco aumentan la sudoración, la tos y la fiebre. Los pulmones se llenan de líquido y la piel se vuelve azulada, pudiendo incluso causar la muerte en pocas horas. Si se ingiere puede provocar: vómitos, diarrea, deshidratación, fallo renal, fallo hepático... y también podría llegar a ser letal.

El ricino es muy común; incluso crece en muchas cunetas, sólo hay que reconocerlo para conseguirlo. Pero ni la planta, ni las semillas se venden por ser potencialmente letales.

Aunque no es tan letal como el antrax, la ricina ha sido investigada como arma química en numerosas ocasiones. La principal baza de esta droga es que la planta que la produce, puede tenerse en casa sin ningún tipo de cuidado especial.