La caída de Rato ha sido tan imparable que el vicepresidente del Gobierno se ha convertido en un parado más. El consejo de Telefónica es el último que ha dejado de las empresas del Ibex 35, dejando de cobrar 360.000 euros, casi el doble de lo que cobraban los consejeros de su misma categoría.

Ayer mismo conocíamos su dimisión en Telefónica, pero antes se cayó de otros consejos. Primero el del Banco Santander, era miembro del consejo internacional, allí le puso Emilio Botín. Cuando llegó su hija al frente de la entidad decidió cesar a todo ese consejo.

El último consejo en el que había estado Rodrigo Rato fue el de Servihábitat, una inmobiliaria perteneciente a La Caixa y a un fondo de inversión norteamericano.

La caída del exministro de Economía de Rato va acompañada de un 'deshonoris Rato', porque hay hasta una campaña en Change.org para quitarle honores a Rato. ‘Más Vale Tarde’ traza el mapa de los deshonores de Rato, un mapa que arranca en la Universidad Rey Juan Carlos. Fue investido 'doctor honoris causa' en el año 2009, pero desde hace unas semanas un grupo de alumnos ha puesto en marcha una campaña para que le quiten los honores a Rato.

Este es el último caso, porque honores ya había perdido. En la Universidad de Alicante fue nombrado ‘doctor honoris causa’ en 2011 pero el exvicepresidente no ha ido a recoger esos honores. Allí han dicho que ya no pasea investirse.

En La Carolina, en Jaén, hay una tradición que cualquier ministro de Economía es nombrado alcalde honorífico. Hay un solo exministro que no lo es, Rodrigo Rato. En Gijón era hijo adoptivo desde el año 2010, pero la ciudad donde el exvicepresidente tiene una propiedad también le ha desposeído de ese título.

Por último, en Viveiro, Lugo, también era hijo adoptivo Rodrigo Rato, pero con los votos en contra del PP en el año 2013 le quitaron el título honorífico.