Sonia Castedo no se siente marginada. El pasado lunes en la inauguración del AVE no salió en las imágenes oficiales y estuvo siempre en segunda fila, a pesar de que se inauguraba la llegada del tren de alta velocidad a la ciudad de la que ella es alcaldesa. Pero parece que todo eso es normal o según ella es que los medios sacamos las cosas de quicio.

"Me llama la atención incluso que algunos periodistas se sorprendieron de que fuera al acto, y os prometo que si me hubiera sentido incómoda, hubiera aguantado, pero os lo diría, pero no fue así y me sorprende muchísimo". Se sorprende de que todos los medios destacáramos que fue imposible encontrar una imagen en la que saludara al presidente del Gobierno.

"No podía colgarme del cuello de Rajoy". Ni del cuello ni de ningún lado, porque más que compañeros de partido, Castedo parecía su guardaespaldas caminando siempre detrás de Rajoy.

Sonia Castedo está imputada en el caso Brugal, y supuestamente por eso, todo su partido le hace el vacío. Nada que ver con su mentor, su exjefe y su predecesor, Luis Díaz Alperi. Imputado en el mismo caso, él sí que consiguió compadrear con Mariano Rajoy.

La supuesta implicación de Castedo en casos de corrupción no es algo nuevo. En 2010 la Fiscalía le acusa de cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada. El pasado mes de octubre volvía a los tribunales. Esta vez por amañar un plan de ordenación urbanística.