Muy pocas veces un ingreso 'inminente' en prisión se había alargado tanto como el de la tonadillera. Pero ya no quedan recovecos legales que puedan estirar, aún un poco más, el significado de "inminencia" porque como máximo el momento, la foto, el plano que esperan miles de fans, detractores y  periodistas llegará el domingo.

Esta mañana, sus representantes legales recibían la notificación del auto en  el que la Audiencia de Málaga daba el portazo definitivo a la tonadillera. Y una vez  notificado, quedan 72 horas que empiezan a contar a partir de mañana.

Isabel ya ha decidido dónde piensa cumplir la pena de dos años y medio por blanqueo de capitales pero, al parecer, no quiere que trascienda para tratar de evitar un último asedio de los medios tras el mal trago de abril del año pasado, cuando  conoció su sentencia con tirones de pelo incluidos. Se ha especulado con una disculpa pública, con un comunicado al menos, pero seguramente será el juego del gato y el ratón. Por si acaso, los periodistas ya han tomado posición en su casa de Cantora, nadie la ha visto entrar o salir en los últimos días de su refugio gaditano aunque sí a amigas de la cantante.

Sus allegados dicen que está triste pero determinada para afrontar el final de esta cuenta atrás y que Isabel está ahí dentro, junto a su madre, el último de sus resortes. La Cantora ha sido el refugio de la artista desde que, sin saberlo, se despidió de los escenarios en Huercal-Overa, Almería.

Sin descartar la cárcel de Estremera, a 73 kilómetros de Madrid, la mayoría de las apuestas apuntan a la pequeña y coqueta, dentro de lo que cabe, cárcel de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla. Allí le esperan los periodistas día y noche y ya se preparaba la cárcel para el recibimiento. Se han instalado vallas de acceso por primera vez y también le esperan, en ascuas, las reclusas, la mayoría de etnia gitana que están dejando la prisión impecable y le han preparado hasta un poutpourri de estribillos de la artista.

Isabel, también entre rejas, tendrá a sus admiradoras y podría tener hasta celda única gracias a la claustrofobia que, según acreditan  los informes médicos presentados, padece la diva de la copla. Los letrados de la cantante habían solicitado la suspensión de la pena hasta que se pronunciara el Tribunal Constitucional sobre la admisión del recurso de amparo y la suspensión de la pena que tiene presentado ante el mismo.

Un proceso que comenzaba con la Operación Malaya en marzo de 2006 y en el que también han sido condenados su expareja, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz, y la que fuera su esposa, Maite Zaldívar.