“El rey ha intentado forzar la separación de su hija de Iñaki Urdangarin pero ella lo rechazó porque decía ‘bueno, yo voy a estar con mi marido hasta el final, pase lo que pase’”, afirma el periodista Eduardo Inda. Y así lo demostró. En noviembre del 2012 acudió junto a su marido a visitar a su padre al Hospital. Como una familia feliz, ni Cristina ni Iñaki perdieron la sonrisa en ningún momento.

“Es una pareja muy sólida y funciona muy bien junta”, considera una terapeuta de pareja. Pero las muestras del apoyo de la infanta a su marido han sido muchas. Junto a él se le ha visto acudiendo a partidos de balonmano, de compras en Barcelona y veraneando en el sur de Francia. “Se ve que es ella la que busca el acercamiento ella renunciaría a todo por él”, asegura la terapeuta.

Tanto se ha implicado Cristina en su matrimonio, que los negocios de su marido le han salpicado y el juez Castro la ha imputado por cooperación necesaria, al permitir que su marido usase su noble sangre para obtener beneficios empresariales.

“La infanta está enamoradísima. Ahora creo que la situación no es la misma. La infanta yo creo que culpa de su suerte judicial a su marido”, considera Eduardo Inda. Sin embargo, hay quien cree que ni el paseo de la Infanta Cristina ante el juez conseguirá romper su matrimonio. ”No creo que estar imputados vaya a acabar con la pareja”, piensa la terapeuta de pareja. Ahora habrá que esperar si con ellos se cumple eso de que no hay tormenta con la que el amor no pueda.