Según los vecinos de Sarria, la manera que ha elegido el Ayuntamiento de la localidad para que todas las personas que se han encadenado para defender la tala de árboles en el cauce del río, es apagar las luces del malecón. Pero ellos no se rinden y siguen al pie de los árboles, aunque ya no encadenados.

Vecinos y ecologistas aprovecharán el rastro que dejan los árboles ya talados para poder saber más exactamente la edad y especie de cada uno de ellos. Todos ellos aseguran que los árboles impiden las inundaciones, que era la excusa que ponían desde el consistorio para llevar a cabo la obra. Los encadenados afrontan su segunda noche en el malecón y aseguran que permanecerán al menos hasta el viernes. "Esta zona está libre de inundación, tienen otras zonas donde trabajar más que no sean éstas", señala un vecino.

Y todo porque el sábado comienza la temporada en la que los pájaros anidan, y por ley está prohibido talar los árboles. Mientras, los vecinos ya han convocado una cacerolada para frenar la tala de los 178 árboles del cauce del río de Sarria.