A medida que una discusión se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis es cada vez más alta. Ley de Godwin, esta es una tradición general que suele ser habitual en conversación a través de internet. Cuando las personas no aguantan más, cuando se las somete a un estrés demasiado fuerte. Cuando su paciencia llega al extremo, utilizan frases relacionadas con Hitler, o hacen alguna referencia al líder de la Alemania nazi, último ejemplo es el que se recoge el diario Bildaeuropuerto de Frankfurt (Alemania).

El vicepresidente del Parlamento Europeo, Jacek Protasiewicz, en visible estado de embriaguez, insulta a dos agentes aduaneros llamándoles "nazis". Este diario asegura que el Europarlamentario polaco provocó un gran escándalo al comportarse de manera agresiva con los empleados. Fue arrestado por gritar 'Heil Hitler'. "El oficial pidió ver mis maletas, pero yo le dije que violaron mi inmunidad diplomática".

El político aseguró que se había sentido maltratado por la policía alemana, y reaccionó recordando el terror del régimen nazi en la Polonia ocupada. "Le pregunté si sabía lo que la palabra 'raus" significaba para los polacos ", dijo el eurodiputado. "Es como decir 'Heil Hitler' y "entonces él me empujó, así que le dijo que debía ir a Auschwitz para .

comprobarlo". La referencia a Hitler en este episodio está también presente en el que protagonizó el modisto gibralteño, John Galliano, fue suspendido por Dior y acusado de proferir insultos antisemitas en una cafetería de París. El diario ha puntualizado que las personas a las que Galliano insultó no eran judías sino francesas e italianas.

Frases incendiarias también las del cineasta danés Lars Von Trier, que acudió al festival de Cannes cuando, en respuesta a la pregunta de un periodista dijo que "simpatizaba con Hitler y que le comprendía". Después de estas provocativas declaraciones, la organización del festival le pidió que se disculpara.

Un político quizá desesperado y llevado al límite, en el aeropuerto de Frankfurt, un diseñador agotado por culpa del alcohol, y un cineasta bastante incómodo ante la pregunta de un periodista. Todos ellos, a pesar de que no tengan los ideales del máximo diregente de la Alemania nazi, hacen alusión a su nombre en momentos de máximo estrés.