Irse a vivir a un chalet de 10.000 metros de parcela y 400 construídos con 5 cuartos de baño puede parecer todo un sueño. Sin embargo, la casa de Teo, Galicia, en la que vivió Asunta Basterra con su familia aún sigue en venta. No es el único domicilio en el que se ha cometido un crimen que ha pasado a ser invisible para los compradores.
Ocurre lo mismo con la casa valorada en más de medio millón de euros en la que José Bretón acabó con la vida de sus hijos. Ahora se vende por 180.000. La misma suerte corren el chalet de Pioz de la familia de Patrick Nogueira. En el vídeo principal de esta noticia, Más Vale Tarde hace un repaso por los lugares señalados por la tragedia en España.