Sheila Barrero tenía 22 años cuando murió asesinada. Era camarera en un pub de Asturias, del cual salieron también los primeros sospechosos de su muerte y la noche del 25 de enero de 2004 no regresó a casa, muriendo en la ruta de vuelta del trabajo.
La joven murió de un tiro en la nuca y esa fue la principal pista que situó Borja, un chaval de 19 años, en la escena del crimen, pero quedó en libertad sin cargos a pesar de que la familia siempre ha pensado que tuvo algo que ver, y que no lo hizo solo.
Sara Morales sólo tenía 14 años cuando desapareció a plena luz del día. Durante los 9 años que ha estado desaparecida se han volcado en dar con ella con excavadoras, georradar y hasta con la ayuda del Ejército de Tierra.
En todo ese tiempo sólo apareció un posible sospechoso, el llamado "violador de la furgoneta blanca", que por carta negó su implicación justo antes de suicidarse en prisión.
En 9 años de investigación se ha tomado declaración a 700 personas, se han seguido 150 líneas de investigación y, sin embargo, la desaparición de Sara Morales sigue siendo un misterio.
Otro caso lo representa Yéremi Vargas, desaparecido con 7 años en Gran Canaria. Hace un mes, como pasó hace cinco años, la aparición de un cráneo reavivó de nuevo el caso, pero sin embargo, todo sigue igual en la habitación de Yéremi, intacta desde hace ya ocho años.