Dos conductores discutían en una carretera de Ibiza provocando un atasco. En un momento dado, uno de los conductores reinicia la marcha, y casi atropella al conductor holandés. En ese instante el ciudadano holandés vuelve al vehículo y comienza una persecución detrás del otro vehículo.

La acción termina con un adelantamiento en una zona prohibida y la posterior colisión del coche holandés, que ha dado varias vueltas de campana. Posteriormente, se ha confirmado que dicho conductor conducía bajo los efectos del alcohol y se encuentra herido en estado leve.