El pasado martes, un autobús se estrelló contra la fachada de un hotel en Molins de Rei, Barcelona, provocando una fuga de gas. Cinco personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.

Elena Calasanz, copropietaria y recepcionista del hotel, ha relatado en Más Vale Tarde cómo se vivió el momento desde el interior de las instalaciones. "Por diez minutos no le pasó nada a mi hijo y a mi marido. Aún estoy con el susto en el cuerpo", ha explicado.

"Hubo clientes que pudieron marcharse, pero quienes estábamos trabajando nos tuvimos que cobijar en una terraza por la fuga de gas hasta que nos dejaron salir a la calle", ha contado.

Sin embargo, pocas horas después el hotel retomó su funcionamiento con normalidad: "Sobre las nueve de la noche pudimos recuperar nuestra actividad. La tubería de gas era de unos apartamentos que tenemos al lado".

Pero lo más impactante para Elena, sin duda, fue el estruendo que provocó el impacto. "Fue un susto tremente, escuché el estruendo, sonó como una bomba. También dio mucho miedo oír como salía el gas", ha relatado.