Un vecino de O Vicedo, en Lugo, vio empañado su día de playa por culpa de la picadura de una carabela portuguesa. Las picaduras han provocado que le queden fuertes marcas en sus brazos y en el tórax por culpa del ataque.

El hombre, que se encontraba mar adentro, se vio sorprendido por el animal que, además, le agarró con sus tentáculos y le impedía seguir nadando. Cuando logro zafarse tuvo que nadar durante 40 minutos para poder llegar hasta la playa y ser atendido.

El vecino ha explicado que llegó a tener "260 pulsaciones por minuto y casi ni lo cuento". "El cuerpo te arde, te pica, te empieza a hinchar y a temblar", añade. "Gritaba pidiendo auxilio pero nadie me escuchaba", ha indicado, "fue muy angustioso".