La localidad cántabra de Castro-Urdiales está conmocionada tras la muerte violenta de una de sus vecinas, en la que estarían implicados sus dos hijos menores de 13 y 15 años. La jueza ha acordado seis meses de internamiento para el mayor, mientras que el pequeño, que por su edad es inimputable, está ahora en un centro de protección de menores.

El cuerpo sin vida de la víctima fue hallado dentro del garaje, en el asiento trasero del coche, maniatada y con una cuchillada mortal. La Guardia Civil la encontró tras recibir el aviso de su madre, la abuela de los niños, a quien sus nietos habían dicho que estaban secuestrados.

Los agentes comenzaron entonces a buscar a los niños y más de cinco horas después dieron con ellos en un parque de la localidad. Ante las preguntas de los agentes sobre el supuesto secuestro, el mayor se derrumba y confiesa el crimen. Es entonces cuando se los llevan detenidos.

La víctima es una mujer de 48 años conocida por su labor como catequista en Castro-Urdiales. Por su parte, la alcaldesa del municipio, Susana Herrán, ha indicado que los menores "no eran niños en absoluto conflictivos" y que de hecho eran "académicamente excelentes".