Parecen pequeños trozos de plástico, pero son unos invertebrados cristalinos que tienen una especie de mancha blanca, su estómago, dónde se produce la magia.
Han llegado en masa a las playas andaluzas para sorpresa de muchos bañistas, que las han confundido con medusas. Pero no, ni son medusas ni pican o producen sarpullidos.
Lejos de ser una especie de plaga negativa o perjudicial, son beneficiosas. Los expertos lo llaman 'bloom', lo que significa una "floración máxima" que aparece después de los temporales.
En su estómago absorben toneladas de CO2 que acaban depositando a los fondos marinos. Por lo que la suya es una visita más que beneficiosa.