La preocupación en relación con los dos españoles detenidos en Venezuela es cada vez mayor con el paso de los días. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha contactado con su homólogo venezolano para saber el paradero de los detenidos, a quienes Venezuela les mantiene las acusaciones de terrorismo.

Es una situación similar a la que vivió el hispano-venezolano Tobías Soto Rojas, que fue detenido hace tres años acusado de espionaje. Ha relatado en Más Vale Tarde cómo fue su detención y las presiones a las que fue sometido.

"Fui detenido al llegar a Venezuela cuando fui a Ver a mi familia. Me tenían fichado y me empezaron a preguntar sobre mi vida personal y mi familia, intentando ver si ocultaba algo", explica Tobías. "Cuando se dieron cuenta de que no me podían sacar nada me dijeron que a lo que me dedicaba en ese momento, que era la ciberseguridad, les había levantado sospechan y pensaban que era un espía", añade.

Tobías fue enviado al centro penitenciario de El Helicoide, donde se sospecha que pueden estar los dos españoles, y donde fue sometido a fuertes coacciones.

"Al volver a Caracas para ver a mis amigos, me retuvieron y me dijeron que no les cuadraban las cosas. Me quitaron el teléfono y me quitaron la documentación y me dijeron todo tipo de barbaridades. No hubo violencia física, pero hubo todo tipo de presión psicológica", asevera.

"El Helicoide es un edificio muy oscuro, tenebroso y que tiene una energía horrorosa", relata Tobías, que asegura que fue amenazado por los funcionarios del régimen venezolano: "Se pasa terror, me rodearon diciéndome todo lo que me iban a hacer".

Finalmente, Tobías logró escapar de la famosa prisión de Caracas accediendo a pagar a los funcionarios, que le obligaron a negar en público cualquier tipo de tortura y a hacerse una foto con ellos antes de su salida, lo cual, asegura, es un "trofeo" para ellos.