La investigación por la desaparición de Yéremi Vargas tuvo un efecto colateral: todos los hombres con antecedentes por delitos sexuales que estaban en la isla de Gran Canaria, en el momento de los hechos, fueron investigados y algunos fueron detenidos por delitos que nada tenían que ver con el niño desaparecido en Vecindario.
Además, la investigación llevó a la Guardia Civil hasta Escocia, donde siguieron el rastro de tres pederastas escoceses, dos de ellos condenados por abusos sexuales y homicidio, que residían en la isla cuando Yéremi desapareció.
Los sospechosos se negaron a colaborar con la Guardia Civil, que cerró esa línea de investigación al no poder encontrar más pruebas.