Matías ha demostrado buscar siempre la parte positiva de las pruebas, pero por si algo fallaba en el último momento, no le faltó encomendarse hasta a Son Goku para conseguir superar los retos.
Mientras algunos se dedican durante meses a cuidar su cuerpo en el gimnasio, Nabil fue mucho más práctico, decidió pintarse los abdominales para emular a los pescadores zancudos de la costa de Sri Lanka.
No tener vergüenza a nada es una de las cosas que más caracteriza a los primos, en la primera etapa Nabil no tuvo reparos en hacer un 'calvo' a los demás compañeros.
Y es que las dificultades iban aumentando según se acercaban a la final. Matías, ¿te acuerdas cuando no pudiste bailar la 'chorridanza' porque no llevabas calzoncillos y tenías "el cimbrel colgando"?
La mayoría de los concursantes de todos los programas tienen ya claro en qué invertirán el premio si ganan: ayudar a sus familias, comprarse un coche, una casa, viajar… pero los primos son diferentes, en especial Nabil: gastarse 5.000 euros en bragas para su madre.
Los primos nos hicieron ampliar nuestro vocabulario, nuestro número de carcajadas pero, sobre todo, nuestra cultura friki. ¿Quién si no ellos hablaría de la Espada Láser de Darth Vader al ondear una bandera roja? "¡Frikis!", gritaba Giorgi.