Alberto Chicote llega junto al equipo de 'Pesadilla en la cocina' a 'La dulce Harleey', un bar cuyo público son moteros y moteras. El chef comenta que no se ve nada destacable por fuera hasta que escucha chillos desde el exterior. "Talón, talón, talón", oye el cocinero acompañado con música country de fondo. El presentador de 'Pesadilla' entra y se encuentra con una clase de baile. Chicote pregunta a Serrucho, el camarero, por la María, la dueña del local. "A María la tenemos ahí bailando con las del country", le responde Serrucho al chef, que no entiende nada. "Tenemos clases de baile", le cuenta María, la camarera, que añade que tienen clases los miércoles y los jueves.

Ante este panorama, el cocinero decide sentarse en la barra a esperar a la dueña. María se acerca a saludar a Chicote y le dice que le aguarde un momento a que termine con la clase. "¡Chicos chupito!", grita la dueña a sus alumnos, mientras el presentador de 'Pesadilla en la cocina' observa como alumnos, dueña y camareros paran a tomarse un chupito en mitad del servicio. "Me puedo beber hasta 4 o 5 chupitos al día", confiesa a cámara María, la dueña.

La dueña de 'La dulce Harley' explica al cocinero que este bar es un referente a nivel internacional. "Aquí la gente viene a beber, viene a divertirse, pero yo te necesito", expone María a Chicote, mientras los dos camareros se gritan. Tras esto, María confiesa que el chef le ha parecido una persona atractiva. "Tiene unos ojos... ¿No? Yo me lo imaginaba de otra manera", confiesa la propietaria.