Tras el desastroso servicio del 'CD Estoril II', Chicote comparte con los Dari y Álex, dueños del restaurante, su visión del negocio. "Entiendo que en verano a la gente que está en la piscina no le queda más coj***s que venir aquí, porque no se puede ir a otro sitio… Tenéis, lo que se suele llamar, el cliente cautivo, el que no se puede escapar", reflexiona Chicote, que pone en duda su plan de negocio. Sin embargo, ¿qué pasa le resto del año?.

Dari lleva casi 15 años en el sector de la hostelería desde que vino de Bulgaria. "Sabíamos que el restaurante tenía problemas, pero entramos a lo grande pensando que íbamos a cambiar las cosas", confiesa Dari, pero nunca llegaron "a remontar". "Como tice Miky Tyson: 'todo el mundo tiene un plan hasta que le metes la primera hostia'", le responde Chicote. "Eso es, el plan murió nada más empezar", afirma Dari.

El dueño explica a Chicote que tienen una inversión de 35.000 euros y "unas pérdidas de 4.000 euros en los meses de invierno". "Estamos todo el año ocupados y no vemos dinero", asegura el propietario, que siente que es "un padre ausente". "Sufro por mi hijas, por el poco tiempo que pasamos con ellas", lamenta. Por otro lado, Álex, mujer de Dari, confiesa que sus hijas le dicen que es "mala madre". "Les explico que hay que trabajar, intentan entenderlo, pero es difícil para ellas", sufre Álex, que rompe a llorar.

La opción de dejar el negocio a un lado "no está en el menú", por lo que el equipo se tendrá que poner las pilas con la ayuda de Alberto Chicote.