"Antiguamente, los entrenadores obligaban a tener la llave por fuera a los jugadores en las habitaciones de los hoteles para controlarles. Yo nunca lo he hecho", asegura Vicente del Bosque cuando Iñaki López le pregunta en 'Pongamos que hablo de...' si alguna vez tuvo algún problema con la afición por la fiesta de Ronaldo Nazario. Eso sí, "posiblemente" se llevó alguna multa por llegar tarde.
Sin embargo, el míster no le da demasiada importancia a este hecho. "Jugamos una final de liga contra el Atlético de Madrid y ese día llegó tarde. Nosotros nos concentrábamos antes de cada partido, pero como jugábamos miércoles y domingos habíamos acordado que cada uno durmiera en su casa. Parece ser que esa noche no estuvo en su casa. Pero metió tres goles y fuimos campeones de liga", recuerda.
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Para Del Bosque, lo importante es rendir en el campo, aunque le gustan "las cosas bien hechas" y "la disciplina". "Pero también hay que tener una cierta flexibilidad", destaca. Precisamente, esa flexibilidad es la que no encontraría Ronaldo con otros entrenadores, como Fabio Capello.
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Además de llamar la atención de la prensa deportiva, Ronaldo suscitaba interés con su vida personal. En 2005, acaparó todos los focos con un evento fastuoso y peculiar: una boda que no era una boda con Daniella Cicarelli.