Gonzo analiza con algunos exescoltas en el País Vasco cómo era su trabajo en los años donde sus protegidos estaban amenazados por la banda terrorista ETA. Aunque en algunas ocasiones la relación era buena, en otras había abusos y hasta situaciones en las que las actuaciones del escoltado ponía en riesgo su vida y la de sus protectores.
En el vídeo sobre estas líneas, Manuel Jiménez recuerda el día que su protegido decidió adentrarse en las txosnas de las fiestas de Santurce, que "casi todas las lleva la izquierda abertzale". "Llamabas a la central o la Ertzaintza y decías 'hago un cierre parcial de servicio' porque el protegido está entrando en las txosnas'". "Reanudamos el servicio hasta 23 veces en dos o tres horas", recuerda Manuel, que asegura que incluso el ertzaina que recibía el aviso dijo "dejad que lo maten ya de una vez, pero no llamarme más".
Otro escolta, Asier Goikoetxea, afirma que en su caso tocó acompañar a su protegido a "casas de sus amantes, puticlubs o fiestas privadas con alcohol, drogas y chicas". En otras ocasiones, su protegido generaba situaciones de peligro al enfrentarse con miembros de la izquierda abertzale: "Me acerqué y le dije 'está provocando una situación en la que luego me va a mirar a mí para que le saque de ella'", explica.
Manuel también cuenta que a uno de sus protegidos "le gustaba entrar en las herriko tabernas a calentar al personal": "Se ponía a cantar el cara al sol y cuando los vascos ya no aguantaban e iban para él decía: 'mis escoltas'", relata.
Su madre no podía creerse que fuera suyo
La emoción de Julio Alberto con su primer sueldo como futbolista: "Lo primero que hice fue llenar la nevera... éramos muy pobres"
Tras contar una anécdota con su madre y el primer sueldo que recibió como jugador en el Atlético, el asturiano reveló a Gonzo en qué se gastó esas 68.700 pesetas que le dieron en un sobre.