El enfrentamiento entre los propios vecinos de los Picos de Europa por la protección del lobo no deja de aumentar. Gonzo ha viajado hasta pequeñas localidades asturianas para conocer la realidad que divide a ecologistas y ganaderos y que ya ha desatado más de un episodio violento en la zona.
Así, entre coches de guardas de parques quemados, negocios de turismo sostenible arrasados y amenazas, los ecologistas siguen sosteniendo la inviabilidad de la caza libre del lobo, mientras que los ganaderos exponen que los ataques a sus animales son continuos y que las indemnizaciones que reciben por los ataques no pueden suplir las necesidades de sus rebaños. En el centro, los guardas de parques denuncian enfrentarse a coacciones y violencia.
"No los ves, pero los sientes"
Algunos ganaderos sostienen que el lobo siempre ha estado en Picos de Europa y que en ningún momento ha habido poca población, lo que pasa es que son difíciles de ver. Así lo explica una ganadera en Salvados, donde muestra las heridas de su perro por enfrentarse a los lobos para defender su ganado muy cerca de la cabaña en la que residen: "El lobo no es tonto, no lo ves, pero le sientes. Notas que hay algo, el lobo te está viendo a ti".
"Se puede llevar una manada de hostias"
Con la creciente tensión, atreverse a defender al lobo es casi un acto de valentía. Así lo explica una de las únicas vecinas que ha dado la cara en Salvados en defensa del lobo: "Acabo de hablar del tema con ganaderos y uno se ha marchado incluso. Estoy siendo valiente, cuando salga en televisión... no sé", aseguraba.
Lo cierto es que la opinión generalizada con la que se ha encontrado Gonzo dista de la defensa del lobo. En las pequeñas localidades de los Picos de Europa, barberos, camareros y jubilados apoyan a los ganaderos en la caza libre del lobo. Algunos afirman incluso que quien se atreva a defenderlo "se puede llevar una manada de hostias".
"Hay ganaderos que sacan 30.000 euros al año en indemnizaciones"
Pero al lobo no solo lo defienden ecologistas. Hay quien incluso va más allá y afirma que lejos de lo que denuncian los ganaderos, "el lobo es un motor económico en muchas zonas rurales", casi un negocio. Así lo ha expuesto ante Gonzo un guarda de parques que ha afirmado que "hay ganaderos que sacan al año 30.000 euros de indemnización por daños de lobo". Así, ha relatado cuáles son algunos de los "trucos" para fingir estos ataques.
"He estado cerca de llevarme algún tiro"
Este guarda forestal denuncia así la "violencia" y las coacciones a las que se ha enfrentado por hacer su trabajo. Una actitud que él mismo denomina "agrofascismo": "Estuve cerca de que me cayera algún guantazo y algún tiro. Yo lo llamaría el agrofascismo, les guste o no. Intolerantes, violentos... nos quieren imponer un mundo que yo no quiero". Asegura, además, que sigue habiendo ganaderos que cazan lobos de forma furtiva, a pesar de ser un delito.
No es el único que ha relatado episodios de violencia ante Gonzo. Una pareja cuyo negocio de turismo ecológico apareció calcinado días antes de la grabación ha explicado a Salvados "el miedo" que sufren por enfrentarse a los detractores del lobo. De hecho, sospechan que los autores de la quema de su negocio pudieron ser aquellos que "quieren hacer cosas ilegales": "Nosotros trabajamos haciendo observación de grandes carnívoros, de osos, de lobos... estamos siempre con cámaras con zooms muy potentes y obviamente no nos dedicamos a perseguir furtivos, pero hay gente que piensa que ya no puede hacer lo que le de la gana en el monte porque hay gente mirando", han explicado en laSexta.
De hecho, Sofía, en una conversación con Nel, ganadero, ha reconocido que sus padres están "acojonados" por las amenazas que recibe por defender al lobo. Si bien ha llegado a algunos puntos de encuentro con el defensor de la caza libre de este animal: "El principal problema que tenemos los pueblos es la desconexión que hay entre la vida en los pueblos y en la vida en la ciudad. Las políticas de la administración están hechas para convertir esto en una especie de parque y los problemas importantes como los del lobo tratar de arreglarlos con brochazos gordos bien sea a base de indemnizaciones", ha espetado Nel.
Hablan los ganaderos
No obstante, Nel sigue defendiendo su idea. Asegura ante las cámaras que mataría "sin pensarlo" a un lobo si lo ve atacando a su ganado. "Si lo encuentras de frente no te da tiempo a nada, es un visto y no visto. Yo no me lo pensaría, si puedo sí. Me joden la vida las multas, pero también quedarme sin animales. No dejan otra opción que tomarse la justicia por su mano", ha asegurado para concretar que "cuando aprietas a la gente es lo que consigues, o que la gente se rinda o que quien no está dispuesto a rendirse se encabrone y haga lo que no debe hacer".
De hecho, reconoce que si la ganadería de la zona sigue adelante es porque hay cazadores furtivos: "El que tiene rifle y lo sabe usar, con un rifle. Los que no se tienen que buscar las mañas, o ponen cepos, o el que no tiene otra forma envenena. A mí el veneno no me parece bien, el cepo es menos dañino. Tiene cura, salvación. El veneno no tiene salvación. Ahora no se consigue el famoso veneno que se usaba en los años 50, pero si la estricnina vuelve se lleva de viaje todo lo que encuentra: lobos, buitres, cabras, perros... ¿hará falta llegar a eso?", se ha preguntado.
Incluso confiesa que nunca ha dado un parte de ataque a los guardas de parques por miedo a su propia reacción. "Ellos tienen su trabajo, que es vigilar. Yo no doy partes de daños. A mí el año pasado me mataron los lobos 26 animales, y yo nunca desde que tengo ganado di un parte, porque yo me conozco a mí mismo y sé que si por lo que sea viene el guarda a certificar el daño y me insinúa que por lo que sea la cabra que está ahí la mataste tú... yo me caliento muy rápido. Y no quiero tener un problema con una persona por eso", ha confesado Nel, ganadero, a Gonzo.
"No se hace referencia a todo lo que hice"
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