Cuando se cumplen 20 años del naufragio del petrolero 'Prestige' frente a las costas gallegas, Salvados se fija en las consecuencias del naufragio en la segunda parte del especial dedicado a la mayor catástrofe ecológica de la historia de España que emitirá laSexta hoy a las 21:25 horas.

Gonzo reconstruye, con el testimonio de los protagonistas directos, la explosión de la indignación ciudadana que vivió Galicia después del accidente y el juicio que intentó determinar responsabilidades, antes de emprender un viaje a la isla griega de Icaria, buscando al capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, único condenado por el caso.

Un movimiento ciudadano espontáneo que molestó al Gobierno

En Muxía, uno de los municipios más afectados por la llegada del chapapote a las costas, Gonzo habla con percebeiros y mariscadoras que recuerdan su desesperación al ver las playas negras mientras el Gobierno decía que estaban "esplendorosas". Todos aseguran que sin la llegada de voluntarios venidos de toda España todavía "estaríamos de mierda hasta el cuello".

Rodolfo Martín Villa fue el "comisionado del Gobierno para las acciones derivadas de la catástrofe del Prestige". Su misión fue intentar controlar ese furor ciudadano organizado en un movimiento icónico y transversal, Nunca Mais, que se generó espontáneamente, organizado por la gente. La indignación crecía especialmente contra la manipulación informativa de algunos medios que no se ajustaba a la realidad de lo que los vecinos estaban viviendo. ¿Vino Martín Villa para controlar a los medios de comunicación y acabar con los relatos críticos con el Gobierno?

El actor Luis Tosar, miembro muy activo entonces de la plataforma Nunca Mais, recuerda que los que formaban aquel movimiento "éramos otro tipo de Galicia, más contestataria, muy activa y muy unida" y cómo el Gobierno, que al principio veía bien el lema, rápidamente percibió aquel movimiento como un problema y lo empezó a criminalizar hablando de su "batasunización".

El Plan Galicia: lluvia de millones para los afectados

Gonzo pregunta a Enrique César López Veiga, conselleiro de Pesca de la Xunta en el momento del desastre, por el Plan Galicia, un plan puesto en marcha por el Gobierno y la Xunta apenas unas semanas después del accidente, que inyectó hasta 1600 millones de euros en las zonas afectadas. ¿Era para comprar silencios? López Veiga admite que se cometieron errores, pero la compensación fue grande. Mientras, algún percebeiro asegura que si algo hizo bien el Gobierno fue "pagarnos para callarnos".

Un juicio con tres cabezas de turco y un solo condenado

El juicio del Prestige empezó en 2012, diez años después del accidente. Tres encausados, José Luis López-Sors (director de la Marina Mercante cuando se produjo el accidente), el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, y el jefe de máquinas del buque.

López-Sors mantiene ante Gonzo, como en el juicio, que la decisión de alejar el barco de la costa fue suya. ¿Está cubriendo las espaldas de algún ministro? Lo que sí admite López-Sors es que sintió que el PP le dejó solo a la hora de asumir responsabilidades. El juicio acabó con un solo condenado: el capitán Mangouras.

¿Por qué no se imputó a la naviera propietaria del Prestige? ¿Por qué no hubo más responsables políticos señalados? ¿Fueron Sors y Mangouras dos cabezas de turco?

El silencio del capitán

Gonzo llega a la isla griega de Icaria, donde se refugió el capitán después de todo el proceso. No ha concedido ninguna entrevista en casi veinte años y varias personas aseguran que falleció. Sin embargo, Gonzo acaba localizando su casa y alguien le dice dónde lo puede encontrar. Finalmente, Salvados encuentra al personaje más buscado tras el desastre del Prestige. ¿Cómo se sintió tratado durante todo el proceso en España?

Un caso que sigue abierto

María Loureiro, catedrática de fundamentos económicos y perito para la fiscalía de medio ambiente de Galicia en el caso del Prestige, asegura que el daño total ocasionado por el Prestige asciende a 4500 millones de euros. ¿Podrá recuperarlos el Estado algún día? El proceso judicial con la aseguradora del barco hundido sigue abierto en Londres.