Jacinto Moreno lleva sin gas en su casa desde el tres de junio de 2013. Le cortaron el gas porque tenía una deuda de 400 euros. El hombre asegura que no había dejado de pagar ni un mes. “Fue un error de lectura”, explica. La luz la paga con retraso porque la compañía eléctrica le da opción a ello y con el agua le permiten hacer pagos fraccionados. “Nos vamos aclimatando a la situación, a la vida”, comenta.
Empezó a trabajar a los 17 años y nunca había dejado de trabajar ni había dejado de pagar. En la casa viven cuatro personas y Jacinto controla el gasto de la luz para pagar menos. Comenta que ponen la calefacción cuando va su nieto y cuando la casa coge temperatura, bajan el termostato para que no consuma tanto.
"No cumplo los requisitos para recibir ayudas de la Administración"
Jacinto se ducha con agua fría a diferencia de sus hijos y su mujer que se calientan el agua, se lo echan en la palangana y se lavan ahí. El hombre asegura que le costaría volver a tener gas unos 631 euros más el enganche que son 131 euros, es decir, volver a dar el suministro.
El dinero que entra en su casa es el dinero que cobra por desempleo que son 426 euros y que destina a la hipoteca. Sus hijos le ayudan en lo que pueden y cuando pueden.
Si a Jacinto le dieran el gas, con lo que cobra de desempleo, podría hacer frente a los pagos de luz, agua y gas pero alternándolos. Sin embargo, hasta que no pague la deuda, no le podrán volver a dar el suministro.
La compañía que suministra el gas en su hogar es GALP y le cortó el gas “sin avisarme absolutamente de nada ni de mandarme ninguna carta de reclamación de que debía esa cantidad”, explica. Tampoco recibe ayudas por parte de la Administración porque no “cumplo los requisitos”.